viernes, 31 de diciembre de 2010

Enfermedad Holandesa y Bachelet

La concertación pareciera estar padeciendo lo que la economía del desarrollo denomina “enfermedad holandesa”.

Este mal se traduce básicamente en la feroz apreciación dentro de una economía local de su moneda producto principalmente del alza masivo en el consumo y precio de un determinado commodity que exporta, lo que a su vez genera una mucha mayor dependencia económica del mismo y la disminución o eliminación de otros commodities dentro del portafolio exportador de dicha economía, por no poder sus productores competir con un tipo de cambio sustancialmente más barato que los desfavorece.

Teniendo presente lo anterior, cabe argumentar que la popularidad que arrojó la última encuesta CEP respecto de Michell Bachelet, no hace sino que confirmar que la concertación sufre de algo similar a este malestar holandés, ya que la gran adhesión que la figura de Bachelet posee está de alguna manera encareciendo la diversidad y competitividad del portafolio de posibles candidatos presidenciales de la Concertación.

Mientras la popularidad Bachelet se mantenga en las nubes y el precio local de sus divisas siga cayendo hacia los bolsillos de una resignada, dividida y desempoderada concertación, no cabe duda que presenciaremos por un lado la consolidación absoluta de la candidatura de la ex-presidenta y la inevitable destrucción gradual pero certera de las otras posibles cartas presidenciables de la oposición.

En este sentido, si la concertación quiere realmente renovarse con nuevos liderazgos competitivos, y en definitiva remediar este mal holandés, debe recurrir a una gestión más acertada de la popularidad de Michell Bachelet, lo que implica a la larga que ella abandone pronto su ostracismo en Nueva York y se ponga al servicio de la refundación de la concertación.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Economía del Aborto


No sólo hay que recurrir a argumentos éticos para oponerse al aborto. Existen muy buenos argumentos económicos para hacerlo también.

Vivimos en una sociedad con una tasa de natalidad muy baja y con ciudadanos con una expectativa de vida muy larga. Las anteriores circunstancias demográficas sin duda tendrán un impacto muy importante sobre la capacidad de nuestra economía para crecer en los próximos cincuenta años, y más específicamente sobre nuestra productividad total de factores (PTF).

En este sentido, parece razonable señalar que legalizar el aborto podría a la larga transformarse en un incentivo perverso para el rendimiento de nuestra economía en el futuro, ya que el mismo se constituiría en otro factor determinante del decrecimiento demográfico de nuestro país.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Nueva Derecha y Aborto

El proyecto de ley que despenaliza el aborto terapéutico en casos excepcionales sirve para diferenciar la "nueva derecha" de la antigua.

Por un lado encontramos a una derecha que busca conservar sus convicciones sin aceptar la legitimidad de los riesgos saludables que implica el debate público, y por otra una derecha que no castiga la diferencia y valora la posibilidad de debatir la viabilidad de ciertos cambios legales, al margen de si sus convicciones están o no 100% alineados con los mismos. El proceso en sí mismo es visto como una oportunidad más que una amenaza.

En este sentido, me parece pertinente traer a colación la siguiente argumentación que Isaiah Berlin estableció en su libro Cuatro Ensayos sobre la Libertad:

"Reconocer la validez relativa de nuestras convicciones, dijo un admirable escritor de nuestros tiempos, pero sin embargo defenderlas resueltamente, es lo que diferencian un hombre civilizado de un bárbaro. Exigir más puede ser tal vez una profunda e incurable necesidad metafísica; sin embargo permitir que la misma determina nuestro accionar es un síntoma de una igualmente y más peligrosa inmadurez moral y política".

En consecuencia, y con la venia de Berlin, declaro entender la necesidad metafísica de la antigua derecha, pero me quedo con la madurez moral y política de la nueva derecha.

Rafael Pastor