domingo, 29 de abril de 2007

Allamand da sus razonez para que la concertación no continué en el poder


El senador por la X Región hace un punzante análisis Andrés Allamand lanza libro y propone desalojar a la Concertación en 2010 Domingo 29 de abril de 2007

JUAN ANTONIO MUÑOZ H.Era la mitad del último verano. Allamand hace parar un taxi. El chofer lo reconoce y va directo al grano: "Mire don Andrés, siempre he votado por la Concertación, pero hasta aquí no más llegué". Inició entonces un recuento ordenado de las cosas que lo tenían molesto. En su lenguaje sencillo y coloquial, hizo un registro de la trayectoria de los gobiernos desde 1990 y explicitó lo que el senador califica en su libro como "metamorfosis".Es la tesis de "El desalojo: Por qué la Concertación debe irse el 2010" (Aguilar Chilena ediciones, abril de 2007). Y es muy sencilla. Que la misión que sustentaba a la coalición a principios de los 90 tenía un sentido, una misión extraviada totalmente a estas alturas. Fue ese encuentro breve el impulso que Andrés Allamand necesitaba.Así, desde entonces y hasta la semana pasada, se dedicó a construir su nuevo libro. Uno donde cohabitan el parlamentario y el académico, que funciona como acervo de gran cantidad de información y que espera ser catalizador de una discusión intelectual respecto de cómo se está haciendo política en Chile. Además, es una nueva marca que demuestra su tránsito desde la democracia de los acuerdos al debate frontal.


El autor se pregunta: "¿Cuándo se jodió Chile?". No responde a esa pregunta, pero hace sentir que un quinto gobierno de la Concertación llevaría a Chile al despeñadero; que el desgaste y la descomposición son de tal envergadura que ya no se aguanta más; que el debilitamiento del sentido presidencialista del país, de manifiesto cuando un alcalde es capaz de mandar a la Mandataria "a la punta del cerro", es peligroso. Su pronóstico es muy malo si las cosas no cambian. Como colaboradores inadvertidos de su tesis figuran muchos personeros de gobierno que, en opiniones vertidas a través de los medios de comunicación, refrendan los problemas y hasta los agudizan.


El libro parte por dar cuenta de los intangibles que se deterioran junto con la "perpetuación" en el poder, y cae rápidamente sobre los problemas más urgentes: desigualdad y educación. Desmenuza la existencia actual de la coalición de gobierno para concluir en que el espíritu de servicio que la animó hoy es apenas una reminiscencia nostálgica: "Para gran número de sus actuales personeros, la Concertación es una cofradía. El Gobierno, una forma de ganarse la vida".Es por eso que "la democracia chilena tiene ante sí un nuevo desafío: el desalojo de la Concertación".POBREZA: "No hay duda: mientras más gobierna la Concertación, más lento es el crecimiento y más se ralentiza la reducción de la pobreza"."La Concertación no advierte que no se puede derrotar a la pobreza sin un alto crecimiento (...) No está cabalmente convencida de que el crecimiento es el engranaje fundamental para derrotar a la pobreza y también para disminuir la desigualdad (...) No quiere entender que el problema es otro: sin crecimiento económico, a poco andar se hace imposible financiar los programas sociales".


RAZÓN DEL FRACASO DE LA CONCERTACIÓN: "El crecimiento no es ni ha sido una prioridad para ella"."Durante la administración del ex Presidente Lagos, la iniciativa más importante en esta materia no tuvo su origen en el gobierno, sino en el empresariado. La Agenda Pro Crecimiento fue una iniciativa del mundo empresarial que terminó siendo la 'carta de navegación' económica del gobierno de Lagos. A su vez, en sólo un año de Michelle Bachelet hemos asistido a tres grandilocuentes anuncios para impulsar el crecimiento, es decir, ¡uno cada cuatro meses! ¿Qué tienen en común esos planes?: son todos insuficientes".


LO INCONFESABLE Y LA TRAGEDIA: "El problema para ellos (la Concertación) es que el crecimiento beneficia también a los que tienen más. La tragedia de la izquierda es que su fórmula para que a los pobres les vaya bien y a los ricos mal, ya se intentó en Chile y en el mundo: se llamaba socialismo y se derrumbó estrepitosamente en todas las latitudes".


DESARROLLO: "El país, bajo la Concertación, ya desaprovechó la oportunidad de lograrlo antes del Bicentenario".Allamand dice que la fortaleza de Chile es que el país abrió su economía, liberalizó mercados y ubicó al sector privado como principal agente productivo: institucionalizó un manejo responsable de las finanzas públicas. El problema es que todo eso es insuficiente para dar el salto al desarrollo. "Los gobiernos de la Concertación no han podido entender que la competitividad del futuro no se juega en la cancha de las reformas macroeconómicas (...) Para ser competitivos en este mundo, los países están obligados a mejorar resueltamente el ambiente de negocios".


¿POR QUÉ LA CONCERTACIÓN NO LOGRA DISMINUIR LA DESIGUALDAD?1. Porque cree que para mejorar la distribución habría que subir los impuestos. "La Concertación no advierte los efectos no deseados de las alzas tributarias: freno al crecimiento, menor generación de empleos, perniciosa incertidumbre en las reglas del juego".2. Porque no sabe cómo resolver el problema de la calidad de la educación.3. Porque no apuesta al emprendimiento y no confía en la cultura del mérito.


EL GRAVE PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN Y LO QUE PRETENDE EL GOBIERNO:"La Concertación es diestra en eludir sus responsabilidades. Pero en materia educacional tiene un 'mérito adicional': identifica culpables donde no los hay (...) Muchos personeros y parlamentarios insisten en que la actual crisis de la educación municipal está asociada a la disminución de matrícula producida por la constante migración de alumnos hacia escuelas y liceos particulares subvencionados. Es decir, la mala calidad de la educación es culpa de las escuelas que funcionan bien"."(...) Y la solución retoma los cromosomas más puramente socialistas: nivelar para abajo. Todos los estudiantes en un mismo nivel igualmente bajo (...) ¿Por qué no ser más coherentes y terminar de una vez con la educación particular subvencionada? Eso es lo que pretende hacer el gobierno de la Presidenta Bachelet".PRIMER


MÉRITO DE LA CONCERTACIÓN: "Restañar profundas heridas".La del PDC y la izquierda es más una historia de enfrentamiento que de colaboración. En el Chile pre 73, la pugna fue constante y desatada. Para la izquierda, el PDC era apenas la otra cara de la derecha. Y durante el gobierno de la Unidad Popular, la ruptura fue completa (...) La frase de Aylwin acerca de las razones del golpe militar ahorra comentarios: 'El gobierno de Allende había agotado, en el mayor fracaso, la vía chilena hacia el socialismo y se aprestaba a consumar un autogolpe para instaurar por la fuerza la dictadura comunista. Chile estuvo al borde del Golpe de Praga, que habría sido tremendamente sangriento, y las Fuerzas Armadas no hicieron sino adelantarse a ese riesgo inminente' ".


EL GRAN ACIERTO: HABER MONTADO UNA IDENTIDAD DIFERENTE DE LOS PARTIDOS QUE LA INTEGRAN"(...) Esa identidad política más amplia, inclusiva y abierta (...) es la que permite al PPD sobrevivir a su ocaso moral, al PS sobrellevar su radicalización ideológica, al PRSD sobreponerse a su insignificancia y al PDC subsistir a su pérdida global de gravitación".UNGIDOS Y SUPERIORES: "(...) La Concertación nunca discute en un plano de igualdad intelectual. ¿Cómo podría si además se atribuye una falsa superioridad moral?"."El aire de superioridad moral que atraviesa la Concertación no es irrelevante para el país. Genera a menudo un diagnóstico equivocado de los problemas, que a su turno lleva a malas soluciones; es una coartada para eludir responsabilidades del conglomerado y endosarlas siempre a terceros; empobrece el debate e impide escuchar a la gente, más allá de toda la pirotecnia de un gobierno ciudadano".


LOS SUBCAMPEONES DE LA CONCERTACIÓN: IRRITACIÓN CIUDADANA"Los candidatos derrotados al Parlamento tienen ubicación segura: gabinete, subsecretaría, jefaturas de servicio, directorios en empresas públicas y, por cierto, embajadas"."John Carey y Peter Siavelis son dos cientistas políticos norteamericanos (...) que ya hace algunos años publicaron un estudio cuyo nombre sorprende: "El seguro para los subcampeones y la sobrevivencia de la Concertación" (...) El estudio afirma que la Concertación ha implementado un sistema de seguro que consiste en compensar con cargos en el gobierno a los candidatos (derrotados al Parlamento)".


EL MODUS OPERANDI DE LA INTERVENCIÓN ELECTORAL"El informe de un grupo de trabajo de Renovación Nacional, dirigido por el senador Baldo Prokurica, publicado en octubre de 2006, ha identificado las siguientes formas principales de intervención electoral: uso masivo de los Planes de Empleo de Emergencia, incluyendo el destino focalizado de los mismos; enorme incremento de los gastos en honorarios en todo el aparato público, coincidiendo con los períodos electorales; aumento, también en años de campaña, de los aportes a organizaciones no gubernamentales, sin mecanismos adecuados de rendición de cuentas: incremento, contraviniendo la norma legal expresa, del gasto en publicidad y propaganda de los ministerios; abuso de los medios de comunicación de propiedad estatal; participación de funcionarios públicos, haciendo o no uso de recursos públicos; utilización impropia de mecanismos legales y constitucionales, como las urgencias, la iniciativa legal exclusiva y el veto presidencial, y, en fin, arbitrariedad en la utilización de los recursos regionales. Todo lo anterior con claros fines electorales".


"LA CONCERTACIÓN HA MONTADO UN MODUS OPERANDI EXTENDIDO DE INTERVENCIÓN ELECTORAL"CHILEDEPORTES Y LA OPERACIÓN PONCIO PILATOS"


El propósito de diluir todo vestigio de responsabilidad política es también una marca de fábrica de la Concertación. El mejor ejemplo tuvo lugar cuando el ex ministro del Interior Francisco Vidal (PPD), quien se desempeñó como Ministro Secretario General de Gobierno entre marzo de 2003 y mayo de 2005, compareció ante la Cámara de Diputados y afirmó lo siguiente: "Chiledeportes se manda solo"


LAGOS-LONGUEIRA, EL ACUERDO DESVIRTUADO Y LA CORRUPCIÓN


Allamand dice que el gobierno de Lagos desfondó las bases éticas del acuerdo y se pregunta: ¿De qué vale legislar sobre la profesionalización del servicio civil si en paralelo se sigue admitiendo un verdadero ejército de operadores políticos a todo lo largo y ancho de la administración pública? ¿Y de qué vale legislar sobre la transparencia de las campañas si al unísono se desata una intervención electoral masiva?" Lo que de verdad frenaría la corrupción en Chile no es un nuevo acuerdo legislativo Gobierno-Oposición."


¿CÓMO COMBATIR LA CORRUPCIÓN?

1. Asumir que el problema existe y es grave.

2. Introducir de verdad cambios institucionales y administrativos que al menos dificulten la corrupción.

3. Desmontar la red de operadores políticos enquistados en la administración pública, que son los que se encargan de la captura del Estado.

4. Recobrar el concepto de responsabilidad política.


TRANSANTIAGO: "EL DÍA 'D' FUE FIJADO: 10 DE FEBRERO DE 2007.


¡D DE DESASTRE! CULPAS: "La sabiduría popular tiene resuelto este tema hace siglos. La culpa no es del chancho, sino del que le da el afrecho (....) El descalabro es del gobierno de Lagos y, concretamente, del ex ministro (Javier) Etcheberry (independiente, ex PPD) y del ex subsecretario Guillermo Díaz (PDC)".


EL ESCUDO GOLEADOR:"Me cansé de ser el escudo de los verdaderos responsables. ¿Cuándo el Transantiago será la promesa cumplida, que, a través mío, se hizo a los santiaguinos? Me siento engañado, exactamente de la misma forma que la gente", dijo Iván Zamorano.


MICHELLE BACHELET: "Si el Gobierno lo está haciendo muy mal, la Presidenta no lo puede estar haciendo muy bien. Además, el tono quejumbroso no sirve para nada, salvo para minar la autoridad presidencial"."La Presidenta Bachelet, cada vez que se descubre un caso de corrupción, se muestra indignada. ¿Pero indignada con quién? ¿Con los partidos que son el soporte de su gobierno? No lo demuestra. ¿Con los operadores que se apoderan de servicios y programas públicos? No los expulsa. ¿Con los funcionarios de su propio gobierno que hacen la vista gorda? No los reemplaza".


DEMOCRACIA CRISTIANA: "ARRINCONADA" Y "SOMETIDA"


"EL PDC (está pagando su incoherencia) con una aguda declinación electoral, una severa pérdida de influencia política y el arrinconamiento intelectual al que la somete en el seno de la Concertación el polo PS-PPD-PRSD"


"La amenaza de abandonar la Concertación por parte de los dirigentes del PDC es sólo un espejismo, porque el partido no tiene fuerza para intentar un camino propio y tampoco están dispuestos -hasta ahora- a explorar una nueva política de alianzas".


"La evidencia es concluyente, aunque irrite a los dirigentes chilenos: en aquellos lugares en que la DC tiene algo que decir, es aliada de la centro-derecha, forma parte de ella o se confunde con la misma".


"(...) Algunos personeros del bloque PS-PPD-PRSD han planteado que el futuro de la coalición pasa porque el próximo candidato de la Concertación sea un PDC. No cualquiera, por cierto. Adolfo Zaldívar, pese a sus méritos innegables, jamás sería 'ungido' ".


EL TIEMPO DE LA ALIANZA:"(...) la Alianza es un sector político potente. Son muy pocos los países en que la centro-derecha tiene un caudal electoral sólidamente asentado arriba del 40%. Y en cualquier país en que ello ocurre, ese porcentaje es visualizado automáticamente como alternativa de poder".


DERECHA E HISTORIA DE DIVISIÓN:


"La unidad política de la centro-derecha nunca ha sido fácil (...) Conspiran (...) un individualismo arraigado, cierta distancia hacia la disciplina propia de los partidos y una fuerte adhesión hacia la independencia política".


VOCERÍA: Allamand denuncia la falta de una identidad de RN y la UDI, "más allá de ellas mismas". Esto conduciría a un problema adicional: el déficit de institucionalidad del conglomerado. También aboga por que haya una vocería: "En la Alianza, nadie está autorizado a representarla".


GOBIERNO MILITAR: "La centro-derecha no debe pretender justificar lo injustificable. No hay pretexto para no condenar los abusos. Y en esa condena debe ser consecuente".


LOS EMPRESARIOS AMAN A LAGOS:"Hay muchos empresarios que, bajo cuerda, admiten que con la Concertación en el poder están en el mejor de los mundos".


LO QUE LA ALIANZA DEBE HACER:

1. Definirse con claridad frente a los empresarios.

2. Discernir los temas económicos y sociales que preocupan a la ciudadanía.

3. Asumir con vigor la defensa de una vasta franja empresarial que hoy carece de representación política eficaz.

4. Encabezar la defensa de la competencia, la abolición de los privilegios y la supresión de todo favoritismo.

5. Apostar, con fuerza y convicción, a sus ideas y a su propio proyecto político.

6. Explicar al país qué cosas haría distinto a la Concertación, y por qué ello sería mejor para todos.

7. Llenar el vacío de representación que hoy atraviesa la sociedad chilena.

viernes, 27 de abril de 2007

¡A Recuperar la narrativa perdida y robada por la concertación!


La oportunidad de la derecha


David Gallagher


Viernes 27 de abril de 2007


El Mercurio


En su cuarto gobierno, la Concertación ha demostrado que ya no es válido su argumento más potente para mantenerse en el poder: el de darle gobernabilidad al país. La coalición está dividida. Entre sus filas hay políticos en franca oposición al Gobierno. Muchos DC parecen buscar pretextos para salirse de la Concertación, si bien no está claro adónde irían, dado que su afán de corregir el modelo los coloca a la izquierda del espectro político.


La Concertación ya no entusiasma a la ciudadanía, porque ya no tiene ideales y sueños: de allí que se multipliquen las protestas callejeras y, en general, la "acción directa". El Transantiago y EFE demuestran que a la Concertación le queda poca capacidad de gestión. Hay corrupción. El modelo económico, que la Concertación ha administrado bien desde 1990, parece despertar en ella cada vez más recelo. Y ese recelo le hace daño al mismo modelo. Porque los funcionarios se sienten con permiso para entrabar las inversiones, y se mina la confianza, lo que desemboca en una tasa de crecimiento inadecuada.A menos que la Concertación se revitalizara en forma casi milagrosa, su continuidad en el poder más allá de 2010 podría llevar al país a un grado de mediocridad de objetivos y de gestión francamente peligroso.


La economía podría empezar a estancarse de verdad, creándose una fatal brecha entre la realidad y las expectativas. La frustrada ciudadanía podría, claro, optar en ese momento por la derecha, pero podría también optar por una versión nativa del chavismo. Por eso es tan irresponsable la esperanza que tienen algunos en la derecha, de que el Gobierno se vuelva más populista; de que, por ejemplo, caiga un Andrés Velasco, lo reemplace un ministro más suelto de trenzas, y se produzca un descalabro. Aun si eso ayudara a la derecha a llegar al poder, es una aspiración poco patriótica.


La verdad es otra: el populismo en América Latina, lejos de abrirle el camino a la derecha, genera cada vez más voluntarismo populista, hasta degenerar en dictadura, como en Venezuela.La verdadera preocupación de la derecha debería ser la de encontrar un camino propio que encante al país. Para eso necesita trabajar en dos áreas: la de la renovación de sus liderazgos, y la de la renovación de sus ideas. En el primer caso, urge democratizar los partidos, para que sus líderes se midan en elecciones y puedan surgir caras nuevas. En el segundo, la derecha tiene que mostrar que está bien en los rubros en que la Concertación está mal. Que está unida. Que tiene capacidad de gestión. Que poblará el Estado con la mejor gente, y no a través de cuoteos. Que, por tanto, Chile se irá liberando del despilfarro y de la corrupción. Pero, sobre todo, que tiene una coherente y ganadora visión de país.


La derecha rara vez se ha atrevido a salir a defender las ideas liberales que en Chile son la fuente de nuestro éxito relativo. A defender la competencia como instrumento moral para contener la codicia; a defender la iniciativa privada y la toma de responsabilidad personal como la vía para realizarse como ser humano, y de allí poder ser solidario con eficacia; a defender la creación de riqueza, sea espiritual o material, como la forma en que el individuo le retribuye a Dios o al planeta por su propia creación. El pensamiento liberal es entendible para cualquier ser humano; apela a sus emociones más nobles. Por eso, cuando es comunicado con convicción, adquiere una tremenda fuerza electoral. Es algo que la izquierda chilena, fuera de una notable y valiosa minoría, no ha querido entender. Ésa es la gran oportunidad que tiene la derecha.

martes, 24 de abril de 2007

El intelectual orgánico Fukuyama comenta sobre Bush y el Fin de la Historia




Hace quince años argumentaba en mi libro El fin de la historia y el último hombre que si una sociedad quería ser moderna no había más alternativa que la economía de mercado y un sistema político democrático. Por supuesto, no todos querían ser modernos y no todos podían establecer las instituciones y las políticas necesarias para que la democracia y el capitalismo funcionaran, pero ningún otro sistema podía arrojar mejores resultados.
Así, mientras que “El fin de la historia” fue esencialmente una discusión sobre la modernización, algunos han vinculado mi tesis sobre el fin de la historia con la política exterior del presidente George W. Bush y la hegemonía estratégica estadounidense. Pero cualquiera que piense que mis ideas constituyen los cimientos intelectuales de las políticas de la administración Bush no ha prestado atención a lo que he estado diciendo desde 1992 acerca de la democracia y el desarrollo.
En un principio, el Presidente Bush justificó la intervención en Iraq por el programa de desarrollo de armas de destrucción masiva de Saddam, por los presuntos vínculos del régimen con al-Qaeda, y por las violaciones a los derechos humanos y la ausencia de democracia en Iraq. A medida que las dos primeras justificaciones se desmoronaron después de la invasión de 2003, la administración enfatizó cada vez más, como lógica de lo que estaba haciendo, la importancia de la democracia, tanto en Iraq como en todo Medio Oriente.
Bush argumentaba que el deseo de libertad y democracia es universal y no una cuestión cultural, y que Estados Unidos estaría dedicado a apoyar los movimientos democráticos “con el objetivo último de acabar con la tiranía en nuestro mundo”. Los dedos manchados de tinta de los electores iraquíes que hicieron fila para votar en las diversas elecciones celebradas entre enero y diciembre de 2005, la Revolución del Cedro en Líbano y las elecciones presidenciales y parlamentarias afganas confirmaron las creencias de quienes apoyaban la guerra.
Si bien estos acontecimientos fueron estimulantes y prometedores, es probable que el camino hacia la democracia liberal en Medio Oriente sea extremadamente decepcionante en el corto y mediano plazo, y los esfuerzos de la administración Bush para construir una política regional en torno a ella se dirigen al fracaso absoluto.
Con seguridad, el deseo de vivir en una sociedad moderna y al margen de la tiranía es un deseo universal o casi. Así lo demuestran los esfuerzos de millones de personas que se desplazan cada año de los países en desarrollo al mundo desarrollado en donde esperan encontrar la estabilidad política, las oportunidades de empleo, la atención médica y la educación que no tienen en casa.
Pero esto es diferente a decir que existe el deseo universal de vivir en una sociedad liberal –es decir, un orden político caracterizado por una esfera de derechos individuales y el Estado de derecho. El deseo de vivir en una democracia liberal es, en efecto, algo adquirido con el paso del tiempo, frecuentemente como consecuencia de una modernización exitosa.
Además, el deseo de vivir en una democracia liberal moderna no se traduce necesariamente en la capacidad para lograrlo. Parece que la administración Bush, en su enfoque hacia el Iraq post Saddam, asumió que tanto la democracia como la economía de mercado eran condiciones dadas a las que la sociedad volvería una vez que se hubiera eliminado la tiranía opresiva, en lugar de una serie de instituciones complejas e interdependientes que tienen que construirse laboriosamente con el paso del tiempo.
Antes de lograr una democracia liberal, tiene que haber un Estado que funcione (algo que nunca desapareció en Alemania o Japón después de que fueron derrotados en la Segunda Guerra Mundial.) Esto es algo que no puede darse por sentado en países como Iraq. El Fin de la Historia nunca estuvo vinculado a un modelo específicamente estadounidense de organización política o social. Siguiendo a Alexandre Kojève, el filósofo ruso-francés que inspiró mi argumento original, creo que la Unión Europea refleja con mayor precisión que los Estados Unidos contemporáneos lo que el mundo será al final de la historia . El intento de la UE por trascender la soberanía y la política del poder tradicional al establecer un Estado de derecho transnacional es mucho más acorde con el mundo “post histórico” que las creencias sostenidas de los estadounidenses en Dios, en la soberanía nacional y en su ejército.
Por último, nunca relacioné el surgimiento global de la democracia con la administración estadounidense, y en particular con el ejercicio del poder militar de ese país. Las transiciones democráticas tienen que estar conducidas por las sociedades que desean la democracia y ya que ésta requiere de instituciones, este es normalmente un proceso bastante largo y tardado.
Las potencias externas como Estados Unidos frecuentemente pueden ayudar a este proceso con el ejemplo que dan como sociedades económica y políticamente exitosas. También pueden suministrar financiamiento, asesoría, asistencia técnica y, sí, en ocasiones, fuerza militar para ayudar a que el proceso avance. Pero un cambio coercitivo de régimen nunca ha sido la clave para una transición democrática.
Francis Fukuyama es Decano de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y Presidente de The American Interest.

miércoles, 18 de abril de 2007

Educación: ¿Son posibles los acuerdos? José Joaquín Brunner


Miércoles 18 de abril de 2007


El debate suscitado por el Proyecto de Ley General de Educación necesita reorientarse constructivamente. Al momento, la áspera controversia no conduce a los compromisos imprescindibles para sustituir la LOCE. Sin embargo, nadie desea su continuación; al contrario, todos manifiestan buscar una más apropiada institucionalidad escolar. ¿Cómo lograr que esta intención se plasme en acuerdos?


Primero, restituyendo el consenso en torno a los fundamentos del sistema. En efecto, ellos no están en cuestión. Chile posee un sistema mixto de provisión educacional, cuyo eje es la colaboración público-privada. La mitad de la matrícula escolar es provista por establecimientos privados, la mayoría subsidiados por el Estado. Esta realidad se halla enraizada en la historia del país y es una de sus fortalezas.


Segundo, en resguardo de la libertad de las personas y el pluralismo en la sociedad, nuestro sistema admite variados tipos de proveedores. Lo anterior obliga a regular con precisión las condiciones que deben reunir los proveedores, así como sus derechos y responsabilidades. El proyecto, al introducir mayores exigencias para acreditar a los sostenedores, busca justamente garantizar su solidez y el de su proyecto educativo. En este punto las debilidades de la LOCE son bien conocidas.


Tercero, sin embargo, apartándose de una larga tradición según la cual el Estado reconoce y financia establecimientos sostenidos por "instituciones de beneficencia, por sociedades de cualquier clase, por particulares o con los emolumentos de los padres de familia", según ya establecía la Ley 3.654 de Educación Primaria Obligatoria (1920), ahora se obligaría a los colegios privados a tener un sostenedor constituido únicamente como fundación o corporación; es decir, una entidad sin fines de lucro. Esta reforma crea problemas, más que resolverlos. Por lo pronto, el Gobierno ha debido aclarar que ella no se aplicaría a los privados sin subsidio estatal. ¿Qué justifica mantenerla para los demás? Es una restricción que en nada contribuye a la calidad. En cambio, plantea cuestiones de constitucionalidad, genera inestabilidad, crea incentivos para eludir la norma mediante subterfugios y sólo favorece a los sostenedores en condiciones de movilizar redes de apoyo económico, social o eclesiástico.


Cuarto, resulta más eficiente, en cambio, regular a los sostenedores mediante los demás dispositivos contemplados en la propuesta gubernamental, como la obligación de los colegios de poseer un sólido proyecto educativo e institucional; ceñirse a unas bases curriculares comunes para desarrollar sus propios programas de estudio; cumplir los estándares de desempeño fijados por una autoridad independiente, y contar con personal idóneo. Cabría legislar, además, sobre reglas de transparencia y rendición de cuentas en el uso de recursos fiscales.


Quinto, es efectivo que nuestro sistema constituye una relativa excepción en la experiencia y legislación comparadas. En efecto, no es corriente que los estados financien proveedores organizados legalmente como sociedades (con fines de lucro), como tampoco que subsidien colegios privados que declaran una misión religiosa. Ambas excepcionalidades son legítimas sin embargo y gozan de la preferencia de los padres. Por tanto, ambos tipos de colegios deberían seguir sirviendo a quienes los eligen.


Sexto, el proyecto propone otra serie de innovaciones dirigidas a elevar las exigencias de calidad. No se entiende, en este contexto, el tratamiento dado a la selección académica. La ley debe prohibir cualquier discriminación arbitraria; esto es, basada en consideraciones de clase social, etnia, nivel de escolaridad de los padres, sus creencias o estatuto familiar. Así lo hace el proyecto, junto con prever la aceptación, por los padres y alumnos, del proyecto educativo y reglamento del colegio al momento de inscribirse en él. En cambio, ¿qué justifica incluir la selección académica entre los motivos de discriminación arbitraria? Con razón reclaman los mejores establecimientos municipales. Esta medida no conduce a mejorar la calidad y sólo crea un espejismo de mayor equidad.


Séptimo, los países desarrollados emplean diversos dispositivos legítimos de selección en distintas combinaciones y momentos, tales como la zona de residencia de los postulantes, su historial académico, las recomendaciones de su anterior establecimiento, la preferencia de los alumnos por programas especiales, etcétera. En tanto, la idea de que un sorteo sería un método más justo de admisión no repara en dos hechos. Uno, el azar inhibe y distorsiona el esfuerzo y los motivos meritocráticos de los estudiantes y sus familias. Dos, empuja a los padres (en condiciones de hacerlo) a gastar tempranamente en la educación extraescolar de sus hijos, con el fin de prepararlos para la selección universitaria. La lotería se transforma en un costoso y prolongado preuniversitario.


En suma, si se aclaran los aspectos más controvertidos (y sin embargo no medulares) del proyecto, y se valoran sus aportes, sería posible lograr acuerdos para mejorar nuestra institucionalidad escolar. Para ello, sin embargo, es urgente restablecer previamente un clima que favorezca los consensos.

viernes, 13 de abril de 2007

Long live the Augmentated Washington Consensus!

Comparto con ustedes un resumen del libro "After the Washington Consensus: Restarting Growth and Reform in Latin America", editado por Pedro-Pablo Kuczynski y John Williamson.

Ambos insisten en que el WC no debe ser revertido, sino por que modificado. ¿Estaremos haciendo la pega en Chile?


Latin America Needs to Modify, Not Reverse, the Washington Consensus
May 12, 2003
Contact:
John Williamson
(202) 328-9000

Washington, DC—To restart economic growth in Latin America, the countries of the region must complete and complement the reforms that were initially introduced in the late 1980s and early 1990s. They especially need to reduce their vulnerability to crises, complete the liberalization of their economies, adopt complementary institutional reforms, and include income distribution concerns in their policy packages. Specifically:

Fiscal policy needs to become countercyclical, using boom years to create debt levels low enough to make deficits feasible in bad times;

Exchange rates need to be flexible enough to allow currencies to depreciate to counter the threat of crisis;

National savings need to be strengthened, to prevent countries remaining dependent on capital inflows;

The "first-generation reforms," those embodied in the original Washington Consensus covering stabilization and liberalization, must be completed; for example, much progress has been made in privatization but many companies remain in the public sector whose presence is difficult to rationalize;

Labor markets, where standards have often been set so high that half the workers are forced into the informal sector and thus live without the social basics, must be reformed;
Countries must install a modern civil service and modernize the judiciary; and

The financial sector needs institutional changes to enhance the rights of minority shareholders, improve bank supervision, establish credit registries, and enhance the ability of lenders to recover collateral.

These are the central conclusions of a new book on Latin American economic policy by a group of predominantly Latin American economists invited by the Institute for International Economics to analyze how to revive growth in the region. The book is co-edited by Pedro-Pablo Kuczynski, former minister of economy and finance in Peru from 2001 to 2002, and John Williamson, senior fellow at the Institute and creator of the term "Washington Consensus" to describe the reform agenda as widely understood in 1989. The title After the Washington Consensus reflects the need to debate the substance of economic reform instead of continuing polemical diatribes against, or in favor of, the Washington Consensus—a term that has come to mean very different things to different people.

The first half of the 1990s witnessed a return to growth and a renewed fall in poverty in Latin America, even though the results were not as good as before the lost decade of the 1980s. At best, income distribution stopped getting worse. Growth in employment in the formal sector was agonizingly slow. Investment remained much below the level prior to 1980. But for the past half-decade the results have been even more disappointing: growth has stalled, and due to the crises that have afflicted the region, poverty has increased again.

Policy reform in Latin America thus needs to get growth going again but should also focus on income distribution, which until now has been the most unequal in the world. This will require progressive taxation of the rich and spending the proceeds on pro-poor social programs to be supplemented by giving poor people access to assets that will allow them to work their way out of poverty. The book proposes enhanced commitment to education, new efforts to title informal enterprises (as long urged by Hernando de Soto), land reform where needed, and expanded access to microcredit (which is currently accessible to only 1 percent of the poor in Latin America as against 50 percent in Bangladesh).

About the Editors

Pedro-Pablo Kuczynski, former minister of economy and finance (2001-02) in Peru and former minister of energy and mines (1980-82), has been president and chief executive officer of the Latin America Enterprise Fund LP since its inception in 1994. From 1992 to 1994, he was vice chairman of CAP SA, a steel and forest products company in Chile. From 1982 to 1992, he was chairman of First Boston International and managing director of First Boston Corporation. He was also a partner at Kuhn, Loeb & Company International (1973-75), deputy director of the Peruvian Central Bank (1967-69), and president and chief executive officer of Halco Mining (1977-80). He began his career at the World Bank in 1961 and held senior positions there and at the International Finance Corporation. He is the author of several books on the economics of Latin America.

John Williamson, senior fellow at the Institute for International Economics since 1981, was project director for the UN High-Level Panel on Financing for Development (the Zedillo Report) in 2001; on leave as chief economist for South Asia at the World Bank during 1996-99; economics professor at Pontificia Universidade Católica do Rio de Janeiro (1978-81), University of Warwick (1970-77), Massachusetts Institute of Technology (1967, 1980), University of York (1963-68), and Princeton University (1962-63); adviser to the International Monetary Fund (1972-74); and economic consultant to the UK Treasury (1968-70). He is author, coauthor, editor, or coeditor of numerous studies on international monetary and developing-world debt issues, including Dollar Overvaluation and the World Economy (2003), Delivering on Debt Relief: From IMF Gold to a New Aid Architecture (2002), and Exchange Rate Regimes for Emerging Markets: Reviving the Intermediate Option (2000).

jueves, 12 de abril de 2007

Visiones encontradas sobre el calentamiento global: ¿amenaza u oportunidad?


This Way Forward

With temperature rises seemingly inevitable, it's time to think beyond combating climate change. By government fiat or market force, humans will adapt, and that will bring opportunities as well as challenges.

By William Underhill

Newsweek International

April 16, 2007 issue - Something weird is happening to the world's weather. Ski slopes in central Japan and the Alps were still green weeks after the start of the season. Giant hornets, once found only in the Far East, are now swarming in a warmer France. In the Australian outback, the worst drought on record is driving wild camels crazy with thirst. The global thermostat is malfunctioning. Everywhere nature is unsettled and, most likely, mankind deserves much of the blame.

Those are the generally agreed facts. Global warming is now a reality that even die-hard skeptics struggle to dispute. The authoritative Intergovernmental Panel on Climate Change predicts temperatures will rise 4 degrees Celsius or more by the end of the century. Clearly, prompt action to limit CO2 emissions is needed. But it's just as clear that, whatever we do, temperatures will continue to climb—and that even a modest increase will tilt the world's economic and political balance. Put simply, in the short term there will be winners and losers from climate change.

Fairly or not, the tilt is destined to favor the countries of the rich North, to the detriment of the poorer South. Within a few decades or so, a balmy Greenland may again deserve its name.
Russia, long a half-frozen terra incognita, will find its interior frontiers thrown wide open as the Siberian tundra turns to fertile prairie. Scorching heat and drought may devastate agriculture along the equator. The rain forests of the Amazon could be savanna by 2100, according to Brazilian researchers. The vast Sahara will grow ever larger. But America and other rich nations will be left relatively unscathed, because they are removed from equatorial regions that will be hardest hit, and wealthy enough to adapt.

With further warming seemingly inevitable, the farsighted are already thinking beyond combating climate change. By government fiat or market force, humans will adapt, and that will bring opportunities as well as challenges. That point may be hard to appreciate amid the increasingly polarized debate, mostly focused on trying to prevent the worst case scenarios of biblical hurricanes and floods. In the new mood of ecopuritanism, the size of a politician's carbon footprint can help determine his prospects at the polls. Tony Blair is castigated for flying to the Caribbean for his holidays, Al Gore for his home heating bills.

Ignore the clamor, though, and you find surprises—some in stark contrast to the ambient gloom. Begin with the un-PC apostasy that rising temperatures might even be good news for some. Extreme dissidents point out that previous warm spells, notably in the Middle Ages, are associated with prosperity and the advance of civilization. When the weather changes, so do habits. Says Thomas Gale Moore of the Hoover Institution at Stanford University in California: "It's absurd to believe that we live in the best of all possible times and that we can't adjust."
Or even prosper. Cold is a more deadly killer than heat. According to Moore, a 2.5 degree Celsius rise could reduce the annual death toll in the United States by 40,000 a year. Nations around the Arctic rim anticipate tapping natural resources now covered by polar ice as new trade routes cross the top of the world. Location is all. A ranking of most vulnerable countries produced by Columbia University in New York puts Sierra Leone and Bangladesh at the top, exposed by their poverty and location, Norway and Finland at the bottom. The former may be battered by drought and disease, while the latter may benefit from balmier temperatures—whether in terms of a longer agricultural growing season, say, or an upsurge in tourism. And though many scientists warn of the northward march of scary tropical diseases, that's not inevitable. Good sanitation and public health means often sweltering Singapore is free of malaria. The problem is poverty, not climate.

So why do such views go largely unmentioned? The trouble is, says Moore, that to oppose the prevailing ultrapessimism these days smacks of heresy. "In more-religious times we used to say that we were sinning against God, now we say that we are sinning against nature. Moderate voices are being drowned out."

Unheard or not, even some of the glummer forecasts accept the fact that our prospects are mixed—shades of gray, not uniform black. Consider a passage from last year's report on global warming from British economist Nicholas Stern, now a standard text for environmentalists and politicians. "In higher latitude regions, such as Canada, Russia and Scandinavia, climate change may lead to net benefits through higher agricultural yields, lower winter mortality, lower heating costs and a possible boost in tourism." In time, the crowds that throng the beaches of Spain could be holidaying on the Baltic.

And most countries or regions will have some control over their destinies if they adapt in time. A report earlier this year from the Organization for Economic Cooperation and Development found that a 2 degree Celsius rise would threaten the viability of some 200 Alpine ski resorts, around a third of the total. Result: many are now looking at new futures as mountain spas. In Davos recently, the proprietor of the restaurant Gentiana, joking about the lack of snow, speculated about planting vineyards. "We will be the new Tuscany!" Or, as Stern put it, "All economies undergo continuous structural change: the most successful economies are those that have the flexibility and dynamism to embrace the change."

Of course, that's little comfort to the developing world, which lacks resources to make the adjustment. In some regions, only a modest rise in temperatures will cause farm output to plummet. The melting of the Himalayan glaciers will lead first to more flooding in the plains of India and Bangladesh, then to water shortages. Experts fret about a failure of the monsoon, potentially driving hundreds of millions into starvation. Rising sea levels will compound the problem. Indonesia has warned that 2,000 of the 18,000 islands that make up the country's archipelago could be submerged. Demographers talk of mass migrations as the poorest flee drought and poverty, yet in rich but aging nations facing future labor shortages (Italy, Japan) this could be a surprise boon.

Only concerted international action can help to minimize the damage. Climate change will figure high on the agenda of this summer's meeting of the G8, the world's leading industrialized nations. Politicians are beginning to respond to the popular concern (Americans now say climate change is as big a threat as terror) but the free market is way out front. Smart businesses are already moving to adapt to the new world, even to make money from it. The U.S. seed giant Monsanto hopes to offer a drought-resistant strain of cotton by 2015. Mighty General Electric is betting its future on energy-efficient appliances. Already the City of London is becoming the global center of a burgeoning trade in international carbon credits. Nuclear power is making a worldwide comeback, in part because it emits no CO2. "Who makes money in a gold rush? It's the people who make the picks and the shovels," says Steven Mahon of Low Carbon Accelerator, a London venture-capital outfit specializing in small ecobusinesses.

Indeed, the bankers have set out the new orthodoxy. "Global warming is likely to prove one of those tectonic forces—like globalization or the aging of populations that gradually but powerfully changes the economic landscape," says John Llewellyn, senior economic-policy adviser at Lehman Brothers. "Firms that recognize the challenge early will create opportunities for themselves and thereby prosper." It's time to face reality: climate change is coming, we better get ready. In the following pages, NEWSWEEK examines the regions, countries, companies and people who are best prepared to adapt to, even profit from, a warming world.
With Jonathan Adams in Taipei and Kenzie Burchell in London

© 2007 Newsweek, Inc.

martes, 10 de abril de 2007

Fernando Flores nos da sus recomendaciones respecto a como producir innovación en Chile.



Fernando Flores L. Vicepresidente Fundación País Digital

¿Cómo producir innovación competitiva en Chile?Innovación es un término de esta década, así como lo fue “la calidad” en la década de los 80 y mediados de los 90. Esto expresa una preocupación por responder a mercados cada vez más cambiantes y diferenciados, y por otro lado a la posibilidad de satisfacerlos a través de nuevos productos, procesos y estilos.
La innovación en si no basta, tiene que ser competitiva, diferenciadora de valor, creadora de una trayectoria de innovaciones que persistan en el tiempo. Paradójicamente la innovación se basa también en la conservación de lo propio, por lo tanto implica una inflexión de estilo, nunca una creación desde la nada.

Para decirlo simplemente, la innovación es todo lo que la gente considera bueno y necesario para llevar a cabo algo y está dispuesta a pagar por ello cuando se refiere a mercados o dispuesta a apoyar instituciones o nuevas legislaciones.

La pregunta es cómo producir innovación competitiva hoy y aquí, en Chile. Para responder, necesitamos entender la lógica mundial de la innovación competitiva, y dar el salto, salto que es posible y que nos permitirá romper con “la maldición de los recursos naturales”.
A continuación y sin pretensión de abarcar todo, planteo para este prólogo cinco condiciones mínimas para la instalación de una cultura competitiva innovadora en Chile:

1. Contar con una infraestructura digital y de comunicaciones adecuada. Chile necesita ancho de banda barato y pensado a largo plazo; porque el ancho de banda de hoy no va a ser ancho de banda mañana. Hablar de ancho de banda será en poco tiempo hablar de desarrollo, de oportunidades, de crear una cultura educativa totalmente distinta.
2. Construir redes. La innovación tiene que ver con redes. No se trata de un problema de finanzas fundamentalmente, sino de redes de gente que ayuda a otros que tienen ideas para salir adelante.
3. Lideres. Toda innovación es un cambio cultural y requiere de líderes culturales. Necesitamos innovación que se pueda desplegar y transformar en empresas exitosas, en prácticas exitosas. Hoy los líderes tienen que experimentar, tienen que salir de lo tradicional.
4. Prácticas Sociales. Atisbar. Entender qué está pasando en el mundo de relevancia para los chilenos. Atisbar no es una actividad de laboratorio. Debe ser una actividad práctica de todos los chilenos. Si no tenemos buenos atisbadores vamos a llegar tarde a la conversación del mundo. Alertar. El alertar es una actividad mucho más política. El alertar implica transmitir las consecuencias de las oportunidades perdidas y de sus amenazas. Conmocionar. Lucha, pelea, disputa. Un buen ejemplo es cómo la industria logró conmocionar al mundo con el cambio de milenio. Compañías enteras se complicaron con la amenaza. Premiar, felicitar, concursar: por eso celebro esta iniciativa. Nos hace falta felicitarnos, difundir el esfuerzo, la creatividad, premiar la audacia y promoverla aún más.
5. Transformación del aparato legal e institucional que soporte y se adapte a los procesos de innovación.

Capital en Chile existe; necesitamos más innovadores que se unan a estos 50 casos, Made in Chile.

lunes, 9 de abril de 2007

Melnik nos da su pronóstico para el 2007. Al parecer este gobierno no sabe los que es el pensamiento estratégico.


2007... un metro de 60 centímetros Sergio Melnick

Sergio I. Melnick

Un año muy difícil para el gobierno. Ya no tiene la credibilidad con que partió, y el 2008 vienen elecciones. Sólo quedan nueve meses de trabajo, como un parto. ¿De qué está preñado este año? Bueno, de múltiples problemas y una gran bendición: el cobre.
Primero, tenemos un Poder Ejecutivo con una imagen muy deteriorada, esencialmente en su capacidad de gestión y, también, en la capacidad de liderazgo de la Presidenta. Incluso ahora a nivel internacional, lo que es inédito para la Concertación. The Economist, el New York Times, y otros sólo ratifican lo que el país habla a voz en cuello.

El cambio de gabinete trajo aire al ahogo. Tres excelentes ases entraron al juego. Viera-Gallo ya metió un golazo con el nombramiento récord del contralor. Bien. Pero no se nos vaya a apunar. Cortázar hizo sus primeros anuncios, en menos de una semana, pero casi sólo de más anuncios. Se esperaba más. Aún tiene tiempo, pero poco. Ha revelado, abiertamente, que Ricardo Lagos no era el estadista que se suponía. Se había equivocado casi en un 50% en el número de buses. Eso es demasiado grueso, como lo era el puente de Chacao, las cárceles, los tribunales de familia y suma y sigue. Todo esto va a terminar costando cientos de millones de dólares más de lo previsto. El despelote público ha sido enorme; el costo para este gobierno, incalculable, al punto que Alejandro Navarro estima que les podría costar la nueva elección presidencial. Y Lagos, no sólo no asume sus responsabilidades, sino se las imputa a la implementación. De Ripley

Volviendo a Viera-Gallo, el problema es más complejo. La Presidenta le ha encargado literalmente que “re-encante” al país y que abra el diálogo. Tareas sin duda necesarias, sólo que son justamente la “pega” de la Presidenta. El excesivo protagonismo que le espera, y que ya ha iniciado, va a hacer crisis muy luego. Va a opacar no sólo al ministro del Interior, y al secretario de Gobierno, sino que a la propia Presidenta, marcando aun más sus debilidades.
En otro plano, el gabinete aun está cojo y ya es muy difícil pensar en otro cambio este año. Habrá que arrear con los que hay. Se ve una clara debilidad en educación, para cualquier iniciativa de peso. El Secretario General de Gobierno está preso en una posición incómoda. El canciller se ha mandado demasiados condoros. El ministro de Hacienda está bajo la artillería de varios sectores políticos, especialmente del Partido Socialista y de la democracia cristiana, y ha adquirido un enorme poder, pero sin muchos resultados hasta la fecha. La debilidad en minería es obvia. El ministro del Trabajo parece el jefe del sindicato más que del “trabajo”, y hasta se permite una propaganda de la ley de subcontratación donde los trabajadores (del spot) terminan con el slogan “esta es MI ley”. Una violación elemental al principio de las leyes.


Y nadie dice nada.
Qué se viene por delante este año: El Transantiago seguirá penando hasta junio, al menos. EFE se le viene encima como problemón, nuevamente de gestión. Chileportes es una piedra en el zapato. Veremos el desenlace de los casos de las platas de los empleos de emergencia. Deberán pasar las leyes sobre corrupción, educación, previsión, sistema electoral y MKIII. Necesitan estimular la inversión, poner en funcionamiento el Ministerio del Medio Ambiente, llevar adelante la modernización de la Contraloría, cumplir con las promesas de la alta dirección pública, iniciar la justicia juvenil. También debe hacer funcionar el tema de la innovación, llena de recursos, sin resultados hasta ahora, y con un conflicto serio con la ley que se promueve (por la misma Concertación) en el Congreso. Es como hacerse trampa en el solitario. Las pymes gritarán sus dolores al viento y el nuevo zar de la burocracia deberá mostrar resultados que justifiquen su jerarquía.

La delincuencia sigue incólume en el país y liderando las preocupaciones de la población. Me atrevo a sostener que este año será especialmente severo en reivindicaciones sociales, que en algunos casos serán con violencia.Por último, debe ordenar el patio trasero, que se ha descuidado demasiado. Las divisiones de la DC no son simples, quizás mortales. El PPD en la UTI; el Partido Socialista, incómodo. Todo esto mientras la Alianza empieza a mejorar y Piñera sigue adelante. Las candidaturas presidenciales serán claras en el último trimestre, las que necesariamente ponen un contrapunto al gobierno.

Como vemos, un año especialmente difícil para un gobierno con graves deficiencias de gestión, y un líder al que todos se dedican a “blindar” por razones que ya son obvias para todos. ¿Y qué será de Flores, Schaulsohn y Cía.?

domingo, 8 de abril de 2007

"¿Qué es la verdad?", le preguntó el procurador romano a Jesús: Pilato, ¿el demócrata perfecto? José Miguel Ibáñez Langlois



Domingo 8 de abril de 2007


Si por practicarla se condena a un inocente, ése ya no es problema del procurador. "Ecce Homo", de Antonio Cesari.

Se ha puesto de moda reivindicar a Judas; parece que también Pilato puede incluirse en el panteón de los héroes.

JOSÉ MIGUEL IBÁÑEZ LANGLOIS


Durante la Semana Santa, el proceso de Jesús ante Caifás y ante Pilato ha sido, para los cristianos, parte de la meditación religiosa de su pasión y muerte en la cruz. Pero cabe también una reflexión jurídica y política sobre ese episodio, que arroja no pocas luces sobre nuestra actualidad ciudadana.


Mayoría de votos y sentencia de muerte


En los años del gobierno militar, cuando muchos objetaban la democracia por principio, un anti demócrata me la descalificó así: ¿para qué queremos un régimen de gobierno que sirvió para crucificar a Cristo? Ante mi extrañeza, precisó que se refería a esa plaza del pretorio de Pilato, donde una multitud embravecida -una "mayoría de votos"- pidió y obtuvo su crucifixión. Le repliqué, como es lógico, que esa multitud vociferante no era precisamente un ejemplo de democracia; que sus gritos no podían considerarse un acto de soberanía popular judía, y que, en términos de régimen de gobierno, el democrático era en el pretorio el más ausente de los tres clásicos. En cambio, los otros dos regímenes -monarquía y aristocracia- sí que estaban presentes y actuantes: el primero, representado por el poder imperial del César a través de su procurador Poncio Pilato; y el segundo, bajo la forma teocrática del Sanhedrín o Consejo Supremo de los judíos, presidido por Caifás.


El recuerdo de aquella conversación no tiene más valor que el anecdótico. Pero lo asombroso fue para mí encontrar un argumento muy similar, y nada menos que en un texto de Hans Kelsen, el autor de la teoría pura del derecho, el maestro del positivismo jurídico y mentor de la democracia liberal (relativista) en el siglo XX. Ese texto, que describe el papel de Pilato en el proceso a Jesús, es tan elocuente que merece aquí un pequeño resumen.Kelsen afirma que Pilato, al condenar a Cristo, actuó como un perfecto demócrata. Han leído ustedes bien: un perfecto demócrata. En el interrogatorio, Jesús le habló de "la verdad". Y el procurador preguntó: "¿Qué es la verdad?" (Juan 18, 38), expresando así, según nuestro autor, el necesario escepticismo del político, que no puede andar haciendo averiguaciones religiosas, filosóficas o morales para gobernar: o no existe verdad, o no viene al caso en política. Pilato buscará, pues, la única respuesta posible en la multitud que tiene delante, para que la causa se resuelva por voto popular; de allí la consulta cuasi plebiscitaria: "¿Y qué he de hacer con Jesús?" (Mateo 27, 23). Como el perfecto demócrata no sabe lo que es justo, será la mayoría quien decida: "¡Crucifícalo, crucifícalo!" (Juan 19,6). Así Poncio Pilato, haciendo crucificar a Cristo, se habría convertido en el emblema perfecto de la democracia. Si por practicarla se condena a un inocente, ése ya no es problema del procurador, ni tampoco de Kelsen, por lo visto, ni de sus discípulos los "perfectos demócratas".Se observará el parecido entre esta sofisticada teoría jurídica y aquella opinión política que recordé al comienzo: ambas afirman -aunque con valoración opuesta- una impensada relación entre democracia y crucifixión de Jesucristo. La idea de Kelsen podría parecer -vía Pilato- una mera extravagancia teórica; pero, por desgracia, su escepticismo apunta al propio corazón de las democracias occidentales, también de la nuestra.


Entre nosotros se debaten hoy decisiones de alta connotación moral sobre el matrimonio y la familia, la vida y la muerte, el sexo y la procreación. Su discusión nos ha familiarizado con rechazos del tipo "por qué en democracia unos ciudadanos van a imponer a otros su particular idea de lo justo, lo moral, lo bueno". Quienes así hablan suelen mirar también toda invocación a "la moral" o al "derecho natural" como algo sospechosamente metafísico e intolerante. No andan lejos del escepticismo ni del relativismo kelseniano.


Democracia y relativismo ético


Pero, por otra parte, ¿qué sentido tiene la democracia si no garantiza los derechos fundamentales de la persona humana, al mismo tiempo que una serie de valores objetivos e intransables más allá de las alineaciones políticas del momento, puesto que son anteriores al Estado mismo? Pues este régimen de gobierno necesita, como la médula de su legitimidad y de sus procedimientos, un núcleo ético esencial, es decir, un mínimo común denominador moral que no sea relativista. Porque una democracia verdadera es -valga el juego de palabras- una democracia con verdad: con un fundamento de verdad a secas (verdad sobre la persona y la sociedad, verdad sobre lo justo y lo injusto) que no proviene de mayorías ni de sumatorias circunstanciales, las que muy bien pueden seguir crucificando a los inocentes. La determinación de ese núcleo moral mínimo es el problema político de nuestro tiempo.Imagino a muchos lectores que se estiman auténticos demócratas, que adhieren a las instituciones de ese régimen de gobierno -sufragio, representación, separación de poderes-, y que sin embargo, ante el planteamiento de Kelsen -que no pueden aceptar- piensan, en resumidas cuentas: democracia sí, relativismo no; pluralismo sí, escepticismo no. Es, en substancia, lo que advirtió Juan Pablo II cuando planteó el gran peligro político actual en estos términos: "Es el riesgo de la alianza entre democracia y relativismo ético, que quita a la convivencia civil todo punto seguro de referencia moral" (Enc. Veritatis Splendor, 101). Otro tanto acaba de advertir Benedicto XVI ante la Unión Europea.Por lo demás, el "perfecto demócrata" a lo Pilato cree ser muy neutral, pero en forma espontánea tiende a las opciones morales más permisivas y relajadas, cuando no simplemente epicúreas y hedonistas, dado el peso de las pasiones humanas y de los intereses creados. Y esas opciones no son en absoluto neutras, como tampoco lo fue la sentencia del acomodaticio procurador de Judea. Se ha puesto de moda reivindicar a Judas; parece que también Pilato puede incluirse en el panteón de los héroes.


En cambio, Jesús de Nazaret, el hombre que osó identificarse con la verdad, se está volviendo -¡por eso mismo!- el villano de la función: el perfecto intolerante. Pero no es decente llamar "democracia" a esa tergiversación de la realidad.







viernes, 6 de abril de 2007

Un Latop por Niño: Revolucionando Como los Niños se Relacionan con el Proceso de Aprendizaje


Comparto con ustedes una conferencia en formato de video, dado por Walter Bender en MIT.


One Laptop per Child: Revolutionizing How the World's Children Engage in Learning

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SPEAKER:Walter BenderPresident, Software and Content Development, One Laptop per ChildSenior Research Scientist (on leave), MIT Media Lab

ABOUT THE LECTURE:In an informal conversation with an MIT Museum audience, Walter Bender describes the mission and progress of the One Laptop per Child (OLPC) venture. The brainchild of Nicholas Negroponte and the MIT Media Lab, this enterprise aims to put low-cost ($100 or less!) laptops into the hands of a billion plus children in the developing world. The mission is not merely to supply inexpensive technology, but to provide a multi-purpose teaching tool, Bender explains, with hardware and software aimed at enabling kids to explore the world and express themselves.MIT is not a Johnny-come-lately to the area of technology and children. “We’ve been living and breathing this for 40 years,” says Bender. OLPC embraces the beliefs that we all learn and we all teach, and that we’re expressive and social, so the laptop is “designed with a low floor and no ceiling,” as Bender puts it. For instance, a child can access and play instruments, or record her voice. If inclined, a child can compose and record music sequences. Since the laptop functions as part of a local area network, even in the most remote places (by way of a crank-up power charger), children can even make music together. They “can be both consumers and creators of content,” Bender notes. “Real learning happens while they’re being expressive.”In a map of the world displaying nations that have expressed interest in acquiring MIT’s laptops, pretty much every country is in color. In 2006, Libya signed up for 1.2 million laptops, one for every school-age child in the nation, giving OLPC an Arabic-speaking launch country. A Cambridge city councilor asks Bender whether One Laptop per Child can bridge the digital divide in the U.S., where there are a lot of kids with no computers at home. Bender replies that while his laptop “is on a trajectory where it should be useful to any kid anywhere,” the immediate issues are supply and need: in the U.S., the average annual expense on education per child is around $7 thousand annually, and in developing countries, it’s at most $200-300 per year. “Where am I going to focus in the short term? It’s Guatemala, not here.” ABOUT THE SPEAKER:Before taking his leave of absence from MIT, Walter Bender was executive director of the MIT Media Laboratory, and holder of the Alexander W. Dreyfoos Chair.At the Media Lab, he was director of the Electronic Publishing group; he also directed the Gray Matters special interest group, which focuses on technology's impact on the aging population. In 1992, Bender founded the News in the Future consortium and has been a member of the Lab's SIMPLICITY, Things That Think, and Digital Life consortia.Bender joined the Architecture Machine Group at MIT in 1978, after receiving his B.A. from Harvard University in 1977. He received his M.S. at MIT in 1980. A founding member of the Media Laboratory, Bender has engaged in the study of new information technologies, particularly those that affect people directly. He has participated in much of the pioneering research in the field of electronic publishing and personalized interactive multimedia.Bender's One Laptop profile NOTES ON THE VIDEO (Time Index):Video length is 1:10:48.John Durant, Director of the MIT Museum, introduces the event and Walter Bender.At 2:58, Bender begins.At 20:12, Durant invites the audience to formulate questions for Bender.At 2:12, Durant reads some questions that emerged during audience discussion. Bender discusses some of these, including:how his philosophy emerged and how the distinctive features of the computer evolved; whether different laptop versions will be made for different countries, and for children with disabilities; whether OLPC threatens industry players;if this laptop can help bridge the digital divide in the U.S.; whether the laptop will make foreign children more competitive against U.S. children; whether the laptop will be subject to black market forces; and how teachers in developing countries will train to utilize this new resource.

The information on this page was accurate as of the day the video was added to MIT World. This video was added to MIT World on 2007-04-02.

martes, 3 de abril de 2007

El Modelo Liedtka de Pensamiento Estratégico


El Pensamiento estratégico es una forma particular de pensar, cuyas características incluyen el uso de la intuición, la creatividad y la imaginación para crear completamente una nueva perspectiva de una iniciativa o empresa.
(Definición de Lawrence, Mintzberg, Hamel and Prahalad, y Liedtka)


¿Como se diferencia el pensamiento estratégico de otras formas o estilos de pensar?

•El pensamiento analítico o de políticas públicas es deductivo y convergente.
•El pensamiento aplicado en la elaboración de políticas públicas asume posturas dentro de sistemas y paradigmas ya establecidos.
•El pensamiento estratégico implica salir de los sistemas, convenciones, sistemas de verdad, ya establecidos.
•El pensamiento estratégico es divergente y el pensamiento estratégico es aductivo (incorporar la lógica de lo que puede ser) y divergente.
•El pensamiento estratégico es caracterizado por ser creativo, intuitivo e imaginativo, no lineal.

•El objetivo del pensamiento estratégico es descubrir estrategias novedosas e imaginativas, que pueden reescribir las reglas del juego y visualizar futuros potenciales significativamente distintos al presente.
•El objetivo de la planificación estratégica es operar las estrategias desarrolladas por el pensamiento estratégico, y apoyar el proceso del pensamiento estratégico.
•El propósito de la administración o gerenciamiento estratégico es alimentar y apoyar esta dos actividades que son divergentes y complementarias a la vez (pensamiento estretégico y planificación estratñegico).
Loizos Heracleus, citado en Lawrence (1999)







lunes, 2 de abril de 2007

Interesantes preguntas realizadas a Nancy Birdsall sobre Globalización y Equidad (¡hay una mía!)


Interview with Nancy Birdsall on Globalization and Inequality
30 March 2007, 11:00 AM EDT
Read more about Nancy Birdsall
Transcript
Josh:
What's the single most important thing that the U.S. could do to slow or reverse the trend towards increased inequality globally?
Nancy Birdsall:
The single most important thing the U.S. can do is "be" development-friendly" in all of its policies. Why? Good development-friendly policies will make it easier for the poorest countries to grow faster. If African countries for example grow faster, inequality in the world will fall. Development-friendly policies include: reducing greenhouse gas emissions, which will harm poor countries and people most; improving the way foreign aid is organized and delivered; opening access to U.S. markets for sugar, cotton and other agricultural products and so on. You can learn more about this by looking up on our website something called the Commitment to Development Index. The components of the Index provide good hints about what U.S. policies might matter. And you can find out how the U.S. scores on those policies compared to other rich countries.
Lindsay:
What effect does migration have on inequality?
Nancy Birdsall:
Migration of poor people to rich countries almost surely reduces global inequality if we measure inequality across all the peoples in the world. On the other hand, it could be that emigration of the richest, best educated people from poor countries leaves those countries less able to cope with their development challenges. On this second front, we don't know yet the specific circumstances under which "brain drain" emigration is good even for the sending country, or is bad. Michael Clemens here at the Center is studying this issue.
Jim Cashel:
What can the private sector do to help in global development that isn't dependent on governments or government policy?
Nancy Birdsall:
That's a great question. My own view is that private sector actors can be an important force for change in developing countries -- including by using their leverage to demand from governments fair competition, fighting corruption, and providing adequate infrastructure, education and so on. That's true for domestic private businesses and for multinational corporations. In settings where governments aren't listening or willing, global businesses can help by joining cooperative efforts like the Extractive Industries Transparency Initiative.
Dave:
Does Latin America have more of a tendency towards inequality than other regions (or countries)? If so, why? How does it compare with the US?
Nancy Birdsall:
Yes. Latin America is the most unequal region in the world. Almost every country has high income and wealth inequality. Sub-Saharan Africa also suffers from high inequality, but the data from Africa are less reliable.The problem is history. In Latin America, going back to colonial times, income was concentrated among a small elite. In part that was because the plantation economy by definition (sugar cane, coffee) led to concentration of income, as does still today natural resource wealth (copper, oil). The contrast of East Asia is notable. Korea and Taiwan invested in their people, through education, in part for lack of natural resource wealth.If you take away the top 10 percent of households in most countries of Latin America, then the common measure of overall inequality compares to the U.S. -- i.e. all the "excess" of inequalityin Latin America compared to the U.S. is due to the high concentration at the top. In Brazil, the top 10 percent of househodls capture more than 50 percent of income -- compared to perhaps 30 percent in the U.S.
Sam:
What should be done to ensure that free trade agreements don't hurt the rural poor in developing countries?
Nancy Birdsall:
The first best solution is to undo the current protection of agriculture in the U.S. Europe and Japan, so that producers in the rich world don't have an advantage over local producers in the poor world. When there is a free trade agreement with countries like Colombia and Peru -- these are now under heated discussion in the U.S. Congress -- ideally those agreements would be complemented by support, in this case from the U.S., for those countries' programs to help people make the transition from low-productivity agriculture to high productivity agriculture and other work. This is what the norhtern EUropeans did for Spain, Italy and Greece in the context of the Euopean Union. Extending the period of time over which protection of developing countries is removed under a trade agreement for their own agriculture -- particularly the products produced mostly by the poor -- can help.
Sheila:
Nancy, I've heard you talk before about the importance of having a middle class for development to really take off. What are the key ingredients to making that happen, and without inequality?
Nancy Birdsall:
This is one of the toughest questions before the development community. One key ingredient seems to be creating an environment where small businesses can flourish. The ingredients for that include access to credit (not just putting more capital into microfinance but ensuring competition in banking so banks go downmarket and creating the right system of prudential regulation and supervision), avoiding tax harassment and other regulatory burdens, and so on. It's about fostering growth of a middle class that has economic clout -- and then helps lock in accountable responsive government. Back to education and other basics....
Samantha:
While someone else has asked about the single most important thing the US can do globally, please also elaborate on what you suggest the US can do to help support fair growth specifically in Latin America.
Nancy Birdsall:
Samantha: I'm so glad you asked that question. Fair Growth is the title of a forthcoming book of mine, co-authored with Augusto de la Torre and Rachel Menezes. Please check back to our website in about a month!
Rafael Pastor:
If a country sustains a productive system based on authentic competitiveness (not based exclusively on commodity production), does this necessarily entail that it’s society will be more equitable?
Nancy Birdsall:
There is no single magic bullet for ensuring an equitable society. But it does help to have a productive system that is competitive -- to have what economists like to call a "level playing field" for everyone. And that is much harder politically to secure and sustain when reliance on commodities and minerals means a small elite controls a lot of a country's wealth. Among commodities, of course, there are differences. In 19th century America, wheat was most productively grown on small farms -- that turns out to have been more conducive to an equitable system and a democratic one, than sugar and cotton produced on large plantations with unskilled labor -- slaves, indigenous people. At least one country, Botswana, has managed an equitable system and sustained good governance and democracy, based on diamond wealth. So it can be done.

Michael Clemens:
In your congressional testimony two days ago, you called for the US to take actions to help Latin America "eliminate insider privileges". What can the US really do in this regard? Aren't our interlocutors those very insiders?
Nancy Birdsall:
The U.S. can support explicitly the governments and businesses in LAtin America that represent well their citizens and workers. President Lula of Brazil has an op ed in today's Washington Post about a good joint Brazil-U.S. initiative to develop better global technologies for clean fuels -- an alternative to the oil-based economy of Venezuela for example. In this case, the U.S. seems to the trying to work with an interlocutor who represents the majority of his people and is committed to an open market approach rather than to populism and demogoguery.Of course in this case best of all would be for the U.S. to reduce or eliminate its current tariff against sugar-based ethanol produced in Brazil. Presidnet Lula was polite in not making that an issue in his op ed. By doing that we would be showing the people of Latin America that the U.S. can get beyond its short-term selfish interests and support its friends in the region.
Matt G.:
I see in your brochure that CGD researches "links between trade policy and global poverty reduction". Could you please share some specific findings?
Nancy Birdsall:
Bill Cline (see our website) says in his book that a completely liberalized trading environment could reduce poverty in the world by almost 500 million people in the next decade. The World Bank has said that the liberalization envisioned in the Doha round (which is floundering) could reduce the numbers of poor by about 80 million. There are of course many different assumptions behind these estimates. But even 80 million fewer people in poverty would be an achievement. See Kim Elliott's book (also at our website) for a fine discussion of the specific issues of trade, agriculture and the world's poor -- and what must be done by the U.S. if any deal to help the poor benefit from their own producitivy in agriculture is to be completed.
Jeff:
With increased Globalization and the advancements in technology and communication structures could access to inexpensive wireless technologies enable developing world merchants and producers access the global market by offering their goods online or will international trade standards still apply?
Nancy Birdsall:
There is already a healthy amount of such online retailing of local artisan and other products directly from poor villages all over the developing world, to consumers in the rich world. Luckily, most of such products do not face high tariff or health-standard barriers. What is interesting is how and whether this system of online purchasing can expand to, for example, organic specialty food and other products where rich country protection is higher and health concerns can be used, sometimes as an excuse, to limit trade. Kim Elliott here at the Center is starting a study of such specialty "fair trade" products as Starbuck's coffee. . . so I will pass your question to her!
Conor:
If you were to propose one alternative policy to the USG to reduce inequality in Latin America, what would it be? What are the domestic political constraints to its implementation?
Nancy Birdsall:
Conor: I can't confine myself to just one. I do think that we need to go well beyond the approach President Bush emphasized on his recent trip -- of handouts in the form of traditional foreign aid programs. Our aid programs should be more clearly aimed at the great majority in LAtin America, to create opportuniteis and build a middle class. The amount is less important than the visibility of our support for Latin America to build more fair and just systems -- looking more like the U.S. in terms of a middle class, opportunities for upward mobility and so on. We cannot compete with Chavez's billions with our dollops of aid. We have to compete on the basis of our better values.Second, we have to concrete intaking steps to signal to the people of Latin America that we favor equal opportunities beyond our borders. These are steps that are much harder politically for the U.S. to take: a sensible immigration bill; a more open market for agricultural and other goods from Latin America; and less emphasis on the drug war in Bolivia and Colopmbia and more emphasis on helping do land reform and reducing tax evasion of those countries' richest households.
Bill Boteler:
How can we prevent the current boom in biofuels trade from harming people and the environment in developing countries?
Nancy Birdsall:
I don't have a good answer to this good question. As a start it seems important to ensure that inefficient biofuels (e.g. corn to produce ethanol which is less efficient and more environmentally harmful than sugar) are not subsidized in one way or another. I believe much more resources of the rich world should be dedicated to resaerch and development focused on the energy/agriculture nexus. It's surprising how little of the rich countries' foreign aid budgets go to this kind of investment in global punblic goods compared to country-based aid, which of course is sometimes politically more attractive. The WOrld Bank and otehr international isntitutions should also put more effort into this sort of global public good. We put that on the agenda for this current World Bank President in our 2005 report.
Matt G.:
The Center's work focuses on "the policies of the U.S. and other rich countries". Please list some of these "other rich countries" and their intended roles on your agenda.
Nancy Birdsall:
Matt; Take a look at our Commitment to Development Index to get the answer to this question.
Learn more about the Center for Global Development's work on Globalization and Inequality.
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